Terminado el escrutinio definitivo de las PASO, Alberto
Fernández obtuvo 12.202.770 votos y su porcentaje quedó en un 49,49%,
mientras que Mauricio Macri totalizó 8.121.416 votos y quedó en un 32,94%.
El resultado de las últimas primarias deja una
clara lección, para quien esté dispuesto a aceptarla: el gobierno de Macri es el
principal derrotado. Perdió por paliza.
Las razones de esta derrota, bien explicadas por Casullo (1), no son difíciles
de comprender:
- La
performance económica. El fracaso de Cambiemos
ha sido enorme, empeorando la mala herencia recibida del gobierno anterior, con
un daño a la economía real que todavía no ha terminado de realizarse, ni ha
sido completamente explicitado por los analistas. La percepción del ciudadano
común es que está peor que antes.
- Unidad de
la oposición peronista. En el 2013, 2015 y 2017 el peronismo estaba
desunido y enfrentado en diferentes líneas internas. El Frente de Todos supo encontrar la unidad perdida. El resultado de “las PASO se explica menos por un derrumbe
electoral de Juntos por El Cambio que por una trepada en la cantidad de votos
del peronismo” (2).
- Personalización de la política. Nuestro sistema es presidencialista. Lo cual implica que el
votante hace un juicio sobre la figura de un presidente que es candidato. El votante ve a Macri como
la encarnación de un gran fracaso y el causante de sus penurias.
La hipótesis
más probable es que las tres razones que explican la derrota del oficialismo en
las PASO, seguirán presentes en octubre. En efecto,
“en la
elección de primera ronda la sociedad argentina tendrá que responder a una
pregunta también bastante sencilla: ¿Quiero que Mauricio Macri siga siendo el
presidente, o preferimos cambiarlo? La contundencia de los resultados de las
PASO lleva a pensar que el Gobierno no logrará resultados diferentes si no
ofrece algo radicalmente distinto en algunas de estas dimensiones” (3).
Si se
mantienen las actuales condiciones, me atrevo a decir que los Fernández ganarán
la elección en primera vuelta. Y no es temerario pensar que el default selectivo
(4) de ayer, denominado reperfilamiento,
profundice el descalabro financiero hacia una cesación de pagos más amplia y marque el inicio de una hiperinflación. Todo lo cual se traduciría en un mayor caudal de votos para la oposición.
____________
(2) Ídem.
(3) Ídem.
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